
MARIELA MONTERO COMPARTE SUS FANTASIAS SEXUALES
“SEXUALEMENTE SOY UN FLASH: QUIERO CAMA CON UNA CHICA Y UN CHICO”
“Va a ser complicado sacarme la mochila de Gran Hermano”, dice Mariela Montero (28), la morocha que fue gran animadora del GH4 y que hoy, sin renegar del reality que la hizo famosa, quiere apostar todas sus fichas a un sueño: convertirse en actriz. En su pequeño departamento de Barrio Norte, Mariela cuenta su historia plagada de alegrías y sinsabores. Una vida que fue siempre puro vértigo. La mayor de seis hermanos, en Salta tuvo una niñez feliz a la que le siguieron tiempos difíciles cuando, en su adolescencia, uno de sus hermanos falleció en un accidente. Fueron años de gran oscuridad para toda la familia entera, ya que a la depresión por la perdida de uno de sus integrantes se le sumaron problemas económicos.


“Me hice las lolas porque sé que mi cuerpo es una herramienta de trabajo”, afirma.
Me vestía como tana, comía como tana y hablaba italiano. Hasta que un día dije: ‘¿Qué hago yo acá?’. Y sin pensarlo dos veces, me fui”. Pero no volvió a EE. UU., sino a su Salta natal, donde el ritmo de siesta provinciana no pegaba con una chica que quería vivir a mil. Fue entonces cuando se anotó en Gran Hermano 2007. y su vida dio una vuelco al quedar elegida. El programa fue récord de audiencia y Mariela –que llegó hasta instancias finales- se convirtió en famosa de la noche a la mañana. A partir de entonces, no paró de desfilar por cuanto programa de televisión había al aire y de presentarse en distintos boliches. “recién ahora, que pasó casi un año. Estoy bajando a tierra porque lo del programa fue muy fuerte. Imaginate que en los boliches se me acercaban los famosos y me decían: ‘Hola, te quería conocer’. Era algo increíble”, cuenta. Y asegura que mientras esperaba alguna posibilidad laboral, puede mantenerse con las presentaciones que hace en las discos y aprovecha para estudiar baile, canto y actuación.
-¿Estás preparada para trabajar de otra cosa que no tenga que ver con lo artístico?
-Hoy no me imagino haciendo otra cosa que actuando, bailando, cantando o trabajando en los medios. No podría estar en un local vendiendo ropa, sería como volver para atrás. Ahora voy a filmar para la RAI una película que se llama Scusatti il disturbo.
-¿Cuándo saliste de la casa de GH todo se dio como esperabas?
-Me pasaron cosas muy lindas, como enterarme de que tenía club de fans, y la posibilidad de hacer teatro en Buenos Aires, en la calle Corrientes. También me pasaron cosas feas, como tener muchas propuestas indecentes y de gente que a veces ni te lo esperás. Y los más loco es que no me han encarado sólo tipos, sino también minas famosas. Obvio no te voy a decir quiénes. A mí me encanta seducir y tengo experiencia porque Miami es la capital del mundo gay; ahí también se me acercaban chicas y siempre lo supe manejar.

-Te hiciste las lolas, ¿te le animarías a la vedette?
-Sí, no tendría problemas. Nunca había pensado en ponerme lolas, pero sé que hoy mi cuerpo es una herramienta de trabajo. Todavía no me acostumbro y extraño, mis lolitas de antes… sobre todo me cuesta cuando duermo. Pero bueno: después, cuando voy por la cale, siento todas las miradas ahí y me gusta.
-¿Hay alguien a quien te quieras parecer?
-Susana Giménez. Me parece increíble la carrera que hizo, tiene un carisma infernal y es muy querida por la gente. Yo sería la Susana Giménez negra.

-¿Estás de novia?
-Estaba saliendo con un chico que se llama Fabián Rodríguez y es productor. Íbamos bien, pero a veces se complicaba porque había gente que se metía en el medio. Me refiero a la ex de él, una modelo de la vieja camada que no paraba de llamarlo y de dejarle mensajes de texto. (N de la R: Rodríguez es el ex novio de Raquel Manzini).
-Antes hablabas de que vivir en Miami te abrió la mente en cuento al sexo, ¿sos de tener fantasías?
-(Se ríe.) Queda mal hacer autobombo, pero sexualmente soy un flash. Me encanta que la persona que esté conmigo la pase genial, me hace sentir una diosa. Y con respecto alas fantasías, soy joven y tengo tiempo para cumplirlas. Nunca estuve con una chica, por ejemplo, y jamás estaría con dos hombres, porque sentirá que me están usando. Lo que me gustaría es que fuéramos dos chicas y un chico. Un flash.
Mariano Caruso
Agradecimientos: XT, Lucerna
y Centro de Estética 360º
(Julieta Rebechini)
Fuente: Revista PRONTO del miércoles 14 de mayo de 2008
FUENTE:webconferencia.net